viernes, 23 de julio de 2010

Internet, ¿sí o no?

En ocasiones, tendemos a adoptar una postura sobre un tema determinado sólo por lo que vemos o escuchamos. Cuando el asunto en cuestión puede resultar dañino, radicalizamos nuestra postura. Paradójicamente, ante un mismo asunto, encontramos personas que tienen puntos de vista antagónicos. Por ejemplo, si plantearamos el tema de Internet a padres de familia, nos encontraremos con los que ni siquiera tienen ordenador en casa (por miedo a lo que les pueda pasar a sus hijos) y, por otro lado, con aquéllos que les dejarán absoluta libertad -¿habría que decir comodidad?- para entrar en el ordenador siempre que lo deseen. Yo soy de los que piensan que el ordenador, bien utilizado, es una herramienta estupenda para trabajar y divertirse. Sin embargo, mal utilizado, puede tener consecuencias muy negativas. La solución a esto último no es romper de forma radical con el ordenador, sino utilizar las herramientas adecuadas para minimizar los peligros: control del tiempo, un buen antivirus, un antiespía, un antispam y un buen filtro de contenidos. Una educación adecuada y una vigilancia de las visitas que se realizan a internet nos permitirá estar más tranquilos con lo que nuestros hijos pueden encontrar en la Red.

jueves, 11 de febrero de 2010

No es su cuerpo, es otra vida

De entre todas las razones que esgrimen los proabortistas para defender su postura, hay una que denota claro desconocimiento científico: "Es el cuerpo de la mujer y hacen lo que quieren con él". Es lícito dejar a estas personas que hagan lo que quieran con sus cuerpos, simpre que no atente contra su dignidad y su vida. Pero si ese comentario incluye al bebé que llevan dentro, hay que decirles que esa nueva vida no forma parte de su cuerpo. Por mucho que les interese, deben saber -seguramente ya lo saben- que se trata de otro cuerpo, de otra vida, de otro ser humano.
Desde que se concibe una nueva vida -con la primera célula, el zigoto-, nadie en su sano juicio puede decir que se trata de una parte más del cuerpo de la mujer. El embrión y el feto son fases del desarrollo de un nuevo ser humano que luego continuará con el bebé, el niño, el adolescente, el adulto y la persona mayor. Y el hecho natural de que un embrión o un feto necesite del soporte y alimento materno no implica de ¡ninguna manera! que no tengan vida propia y que sean parte del cuerpo de la madre. Al contrario, son dos vidas diferentes en la que una, el futuro bebé, tiene una dependencia vital de la otra (hermoso, ¿no?), la madre. La misma dependencia que puede tener un bebé recién nacido de sus padres o un enfermo del médico o enfermera.

viernes, 20 de febrero de 2009

Ojo con la prensa

Hace unos meses, me comentó un alumno que el padre Johny -al que un rotativo de nuestra ciudad había entrevistado por su afición a la música- estaba muy contrariado porque sus respuestas no se reflejaron tal cual las había dicho, sino que el periodista había escrito su propia versión. Esto me recordó la ocasión en que entrevisté, para el mismo medio, al Dr. Patarroyo, descubridor de la vacuna contra la malaria. Cuando me presenté para comenzar la entrevista, el profesor que le había invitado a Barcelona se me acercó y me dijo: "Pero va a escribir lo que él diga o se lo va a inventar todo como hizo el anterior". Se refería a la entrevista que se le hizo en el mismo periódico meses antrás. Me quedé de piedra.
No pretendo entrar a discutir si los periodistas se inventan o no lo que escriben. Lo que me gustaría transmitir es que debemos ser muy cuidadosos con creernos a pies juntillas lo que nos dicen los medios de comunicación. Está bien conocer qué pasa en el mundo, pero, si el tema es controvertido o nos exige adoptar una postura de pensamiento, deberíamos valorar la información que nos llega con mucha más mesura de lo que lo hacemos.